Los negocios inmortales se adaptan y cambian las reglas de juego
Si bien las recesiones son inevitables, es la forma como cada negocio reacciona lo que determina su inmunidad o vulnerabilidad. Es la claridad y coherencia de nuestra estrategia comercial la que define si salimos a flote o nos hundimos. En medio de guerras de precios y locura generalizada, aquellos que se diferencian y venden sin empeñar la empresa siguen adelante sin comprometer el futuro.
Cuando escasean las ventas, muchos, en medio del desespero, la necesidad y la incertidumbre, venden su alma al diablo: bajan sus precios y, literalmente, “regalan su trabajo”. Fruto de la insoportable presión de sus clientes e intentando conseguir algo de dinero, se entregan por completo.
Por el contrario, aquellos que superan las crisis venden de manera rentable. Tienen claro que, para subsistir, no se trata solo de disminuir gastos o incrementar el volumen. No es vender a cualquier costo, es vender bien. Esta guía le brindará herramientas concretas para hacer de su empresa un negocio inmortal.